La Muda

1) se aprecia una calva en el abdomen.

2) La piel de la zona se empieza a oscurecer.
3) La araña se tumba boca arriba.
4) Sale del viejo exoesqueleto.
En este vídeo podéis ver el proceso de muda

Las tarántulas son animales invertebrados que han desarrollado un esqueleto externo (exoesqueleto), que utilizan para protegerse de todo tipo de agresiones, ya sean ambientales o de otros animales. Este exoesqueleto debe renovarse cada cierto tiempo ya que por su rigidez impide el crecimiento del animal, el proceso de muda es un momento muy delicado para la araña y si no dispone de las condiciones adecuadas podría morir o perder uno o varios miembros.

La muda o ecdisis se producirá una vez al mes o cada tres meses para los neonatos y una o dos veces al año para los ejemplares adultos.

Las hembras adultas mudarán durante toda su vida aunque no llegará a apreciarse apenas crecimiento, sin embargo, los machos una vez alcancen la madurez sexual no volverán a hacerlo. Se dan casos en que machos adultos han realizado una nueva muda, lo cual es algo muy poco común, a este fenómeno nos referiremos como muda supernumeraria. Si ya es extraño que la realicen, más aun es el hecho de que lo hagan con éxito.

El Exoesqueleto

Una de las principales características de los artrópodos es la presencia de un exoesqueleto quitinoso o cutícula que cubre externamente el cuerpo del animal. Este esqueleto se encuentra dividido en placas separadas cuya articulación permite el movimiento; en las formas más primitivas cada placa estaba limitada a un segmento, estando conectada a las adyacentes mediante membranas internas, mientras que en las más evolucionadas es frecuente la fusión de las placas de varios segmentos para formar regiones corporales o tagmas como la cabeza, el tórax y el abdomen. La cutícula de cada segmento está formada por cuatro placas principales: un tergito dorsal, un esternito ventral y dos pleuritos laterales. El esqueleto de los apéndices se ha transformado en estructuras tubulares articuladas entre si llamadas artejos, conectados también por membranas y en los que se desarrollan cóndilos y alveolos para las inserciones musculares; dentro del cuerpo, estas zonas de inserción se llaman apodemas que son pliegues del exoesqueleto al interior.

El esqueleto está formado por dos capas segregadas por la epidermis, la epicutícula y la procutícula. La primera está formada por proteínas y ceras que evitan la pérdida de agua. La segunda, mucho más gruesa, se puede dividir en una exocutícula y una endocutícula, ambas formadas por proteínas y quitina, y en algunas especies marinas, como en los crustáceos, se pueden producir acúmulos de carbonatos o fosfatos. En la capa más externa de la procutícula, la exocutícula, se produce la acumulación de fenoles que la refuerzan y le confieren resistencia, por lo que suele faltar en las zonas donde es necesaria una cierta flexibilidad como ocurre en las membranas que conectan los artejos de las extremidades y en las líneas de sutura por donde posteriormente se romperá el esqueleto durante la muda.

El principal problema de este exoesqueleto es que no crece junto con el animal, por lo que éste ha de deshacer del viejo esqueleto para crear uno más grande. Este proceso se conoce como muda o ecdisis, y está controlado hormonalmente por la ecdisona. Comienza por la secreción de unas enzimas por el epitelio que hacen que se desprenda el exoesqueleto viejo del mismo; tras esto comienza la síntesis de la capa más externa del nuevo esqueleto entre el viejo y el epitelio, y a través de la cual se absorben materiales degradados de la vieja cutícula por numerosos enzimas. Tras la absorción de la mayor parte del exoesqueleto viejo se crea la nueva procutícula; en este punto el animal se encuentra cubierto por dos esqueletos, el nuevo y el viejo, lo que se soluciona con la rotura del exoesqueleto viejo por numerosas zonas, llamadas líneas de sutura, por las que sale el animal dejando atrás la muda. El nuevo exoesqueleto es blando y se encuentra arrugado por lo que es necesario ajustarlo al nuevo tamaño del animal ya sea aumentando la presión sanguínea, tomando agua o aire. Es frecuente que un artrópodo sufra varias mudas a lo largo de su vida, llamándose cada periodo entre ellas estadío.

El proceso de muda

Cuando llegue el momento la araña creará una “cama” con telaraña y se tumbará boca arriba. En especies terrestres americanas como T.blondi o L.parahybana esta cama será reforzada con pelos urticantes para evitar el acercamiento de posibles depredadores (durante el proceso estarán completamente indefensas ante cualquier peligro).

Una vez tumbadas podrán mantenerse en esta posición durante bastante tiempo (de unos minutos a 12h), después el cefalotórax empezará a abrirse y nuestra araña iniciará el desprendimiento de la vieja piel (este proceso puede duras varias horas). Una vez desprendido el viejo esqueleto la tarántula quedará boca arriba durante un tiempo recuperando fuerzas y luego se levantará. Podremos notar un crecimiento de nuestra tarántula, exceptuando el abdomen que se verá delgado debido a la menor presión que soporta al tener ahora un exoesqueleto mayor. También notaremos un cambio de color (el animal estará blanquecino) este tono se ira oscureciendo con el secado al contacto con el aire, mostrando finalmente unos colores más vivos que los que tenia anteriormente.

Empieza el secado de la nueva piel y con él nuestra araña realizará raros movimientos y posturas para evitar que su nueva “armadura” se quede rígida e impida el correcto funcionamiento de las articulaciones.

Los spiderling (crías y juveniles) realizan el cambio en mucho menos tiempo, la duración del proceso suele estar directamente relacionada con la edad del animal, a mayor edad más tiempo.

El momento preferido para realizar la muda será durante la noche, debido a que aumenta la humedad y las temperaturas se suavizan, a pesar de esto, recomendamos encarecidamente la observación de este fenómeno.

Hay ciertos indicios que nos pueden ayudar a saber si nuestra tarántula mudará, estos son:


Temperatura e higrometría

Ceratogyrus darlingi recien mudada.

La temperatura y humedad del terrario serán decisivas durante el proceso. Si pasamos por alto estos dos factores podremos ocasionar lesiones o la muerte del animal.

La humedad: es un elemento determinante, con un leve aumento de ésta facilitaremos notablemente el proceso, pero hay que tener en cuenta que no es sufuciente con aumentar la humedad solo en el momento de la muda, si durante el resto del tiempo la humedad a estado por debajo del índice indicado para la especie la araña sufrirá de deshidratación y le costará mucho más mudar. Una tarántula siempre buscará el lugar con la humedad más adecuada para mudar, aun siendo especies de clima seco.

La temperatura: es también un factor a tener en cuenta. Tenemos que procurar que durante el cambio de piel ésta sea constante, con los mismos niveles que ha sido mantenida la araña el resto del año. No deberíamos aumentarla ya que aceleraríamos el secado de la nueva piel pudiendo quedar pegada sin llegar a desprenderse. Esto es frecuente cuando se usan sistemas de calor artificial, ya que suelen secar mucho el ambiente.


Alimentación después de la muda

No deberemos alimentar a los ejemplares adultos hasta al menos 20 días después de realizar la muda y unos 5 días para las spiderlings (neonatos), hay una regla no científica que dice de dar 1 día por cm que tenga la araña, claro que esta regla solo sirve para especies de talla media, para una Cyriocosmus elegans no sirve. Es posible que algunos ejemplares acepten alimento antes, pero nos arriesgamos a que pierdan un colmillo o se lesionen una pata intentando huir o capturar al animal sin estar totalmente secas. También hay casos donde no quieren comer incluso pasados 2 o 3 meses desde la muda, pero con tiempo empiezan a comer con normalidad, debemos ser pacientes.

Pasado el periodo de ayuno, probaremos a darle una presa, la cual normalmente aceptarán ansiosas, si no es así lo retiraremos y probaremos 2 o 3 días después.


Complicaciones y soluciones

Cuando las condiciones en las que se realiza la muda no son las adecuadas esto suele desencadenar alguna o varias de estas situaciones:

Soluciones

Pata regenerada tras perderla en una muda.

Si la encontramos a tiempo mientras realiza la muda y vemos que no puede sacar una o varias patas, debemos aumentar los índices de humedad y esperar a que ella sola consiga zafarse, si después de unas horas no vemos evolución procedemos a humedecer la zona donde se encuentran pegadas con agua tibia utilizando un cuentagotas o pincel, e intentamos retirar la parte de muda que ha quedado pegada tirando muy suavemente e intentando no asustar al animal. Si con esto no es suficiente podremos añadir, al agua, glicerina o aceite y probar de nuevo.

Cuando nada de esto funcione, cortamos la parte de la muda desprendida y dejamos las partes pegadas, dejaremos que el animal se las arregle solo. Por lo general optan por amputarse ellas mismas las patas. Si vemos la muda pegada imposibilitando una vida normal es cuando optaremos por cortar nosotros la pata, es una operación complicada y peligrosa sobre todo en ejemplares agresivos. Cogeremos unas pinzas largas y pillamos la pata sin soltarla, la araña al verse atrapada activará un mecanismo similar al de las lagartijas cuando se autoamputan la cola y se desprenderá de la pata cortandola entre el tróncater y la cadera, ellas tienen un sistema de cierre que evita la perdida de hemolinfa pero si algo sale mal y vemos que la hemorragia no para debemos detenerla nosotros y para ello existen varios métodos: nitrato de plata (se compra en las farmacias), papel de fumar, vaselina, azúcar glasé, cola epoxídica (se puede usar un pegamento de secado rápido) o un par de gotas de cera.

Otro caso muy común es que la araña se quede pegada por la parte del abdomen a la muda, normalmente esto no suele ocasionar grandes problemas ya que la araña será capaz de desprenderse por ella misma, si no es así, no debemos nunca tirar debido a la fragilidad de la piel abdominal, con unas tijeras cortaremos el resto de la muda (en caso de estar entera) dejando la parte pegada en la araña y quitando el resto, confiaremos en que se desprenda sola o se solucione en la próxima muda. Solo pondremos énfasis en retirar la muda pegada si esta esta obstruyendo el ano.

Cuando una araña llega a la muda desnutrida o desidratada poco se puede hacer a parte de subir la humedad y esperar que todo salga bien.